Los primeros treinta días del segundo mandato del presidente Trump fueron marcados por una serie de medidas que han sacudido el tablero político y económico global. Priorizando intereses nacionales norteamericanos ha tomado una serie de decisiones que pusieron en vilo a gran parte del mundo.

En primer lugar, ha iniciado un proceso de deportación masiva de inmigrantes ilegales. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) reportó mas de 13.000 arrestos en lo que va de 2025. El traslado de los detenidos supuso un gran despliegue logístico así como también conflictos con los países a los cuales eran trasladados.

Este es el caso de Colombia, cuyo presidente Gustavo Petro ordenó el bloqueo de vuelos militares de deportación provenientes de Estados Unidos, bajo la idea de que los detenidos estaban siendo maltratados . Rápidamente Trump ordenó imponer un arancel del 25% a los productos colombianos amenazando con subirlo al 50% en una semana si continuaban rechazando sus aviones. Al recibir esta noticia Petro decide permitir el ingreso de aviones con ciudadanos deportados, garantizándoles condiciones de trato dignas.

En segundo lugar, el presidente estadounidense tomó la decisión de retirar a su país de ciertas instituciones internacionales, como lo son la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Acuerdo de París. Alegando una mala gestión de la pandemia y falta de independencia del organismo para funcionar sin el aporte económico de Estados Unidos, es que determinó quitar a su país de la OMS.

Según expertos esta decisión podría poner en riesgo programas que combaten la tuberculosis y el VIH, entre otros. A su vez, al retirarse del Acuerdo de París abandona el compromiso mundial de mitigar los gases de efecto invernadero, causa principal del cambio climático. Teniendo en cuenta que su país es uno de lo grandes contaminantes, esta decisión puede comprometer gravemente el objetivo de reducir el aumento de la temperatura global.

Por último, impuso aranceles comerciales a China y amenazó a Canadá y México con hacer lo mismo. Luego de negociar con los países vecinos, acordaron la suspensión temporal de estos impuestos a las importaciones. A cambio se comprometen a reforzar la seguridad de sus fronteras e intensificar la lucha contra el narcotráfico.

El crecimiento chino, una amenaza para la seguridad nacional

En los últimos años la economía china ha pasado a formar parte de las grandes potencias mundiales. Su producto bruto interno se encuentra en el segundo puesto mundial, siendo solo superado por los Estados Unidos.

Junto con el crecimiento comercial del gigante asiático han incrementado las ventas de sus productos al país norteamericano. Lo que provoca, entre otras cosas, un aumento del consumo de productos importados haciendo que la balanza comercial estadounidense sea negativa. A eso se le suma la rivalidad ideológica de estas grandes potencias: para EE.UU. consumir productos chinos implica fomentar la economía de su gran rival internacional.

Para Trump el intercambio comercial con China implica un riesgo para la seguridad nacional. Dado que Estados Unidos consume una gran cantidad de productos chinos es que surge la sospecha del posible espionaje tecnológico por parte del país asiático.
Incluso en 2024 ya se habían tomado medidas en el asunto. El gobierno de Biden prohibió la utilización de ciertas grúas portuarias bajo la sospecha de que a través de ellas el gobierno chino recopilaba información clandestina de inteligencia. Otro hecho mas reciente, en enero de este año, fue la prohibición de vehículos conectados que contengan tecnología china o rusa.

La razón de los aranceles: proteger la industria estadounidense

Junto con todas estas sospechas antes mencionadas se encuentra el hecho, o más bien la creencia, de que los estadounidenses pierden puestos de empleo a manos del crecimiento de la industria china.
Este discurso fue utilizado en la campaña de Donald Trump, la cual proponía hacer a Estados Unidos grande de nuevo (en inglés: “Make America great again”). Siguiendo ese lineamiento es que el nuevo presidente tomó ciertas medidas para proteger y fomentar la industria estadounidense.

Unos de sus últimos anuncios fueron los aranceles aduaneros al acero y aluminio. Al anunciar la medida el mandatario aseguró que “los aranceles podrán fin al dumping extranjero, impulsarán la producción nacional y asegurarán nuestras industrias de acero y aluminio como industrias columna vertebral y pilar de la seguridad económica y nacional”.

Cómo afecta a la Argentina y la relación con Milei

Varias de las medidas que adoptó Donald Trump en el hemisferio norte son similares con algunas implementadas recientemente en Argentina.

• Retirada de organismos internacionales: tanto Argentina como Estados Unidos anunciaron su retiro de la Organización Mundial de la Salud.
• Muros fronterizos: Trump reactivó el proyecto para construir un muro a lo largo de su frontera con México. Mientras que en las últimas semanas el Ministerio de Seguridad de la Nación anunció la intención de crear un cerco en una parte de la frontera que posee la provincia de Salta con Bolivia.
• Reducción del Estado: ambos mandatarios han implementado medidas para la disminución del gasto y la presencia estatal.

El presidente argentino llegó al poder prometiendo medidas de liberalización del mercado, reducción del Estado y la eliminación del déficit fiscal, entre otras cosas. Desde el inicio de su mandato redujo en varias ocasiones aranceles a la importación. Entendiendo que así los productos nacionales tendrían que eficientizar su producción y reducir sus costos al fomentar la competencia.

En varias ocasiones Milei ha criticado discursos con posturas similares a las de su par estadounidense. De hecho, uno de sus grandes reproches a la economía argentina era que gracias a la protección estatal que recibían algunos empresarios estos continuaban lucrando generando grandes cantidades de dinero mientras que sometían a la población a costos de consumo altos.

Ahora bien, si las medidas económicas de Trump son contrarias a lo que pregona Milei. ¿Por qué el presidente argentino apoya fuertemente a su par estadounidense?

La realidad es que las medidas del presidente Trump poseen impactos directos en la economía argentina. La implementación de aranceles para el acero y el aluminio ha traído consecuencias en dicho sector productivo nacional. Por ejemplo, Acindar, una de las empresas mas grandes del sector, ha decidido suspender a mil empleados luego de estos anuncios, previendo un impacto negativo en la industria.

A primera vista encontramos varias similitudes entre sus discursos. Ambos mandatarios confrontan fuertemente con los medios de comunicación y eligen utilizar las redes sociales como canal de comunicación con sus seguidores e incluso para el anuncio de medidas importantes. Asimismo, ambos presidentes mantienen relaciones con empresarios tecnológicos de alto nivel, como por ejemplo Trump con Elon Musk o Milei con Marcos Galperin.

Otro punto importante tiene que ver con su crítica hacia la inmigración, Milei ha comentado en varias ocasiones su intención de realizar reformas para terminar con el acceso gratuito a servicios públicos para extranjeros. Por último ambos presidentes pretenden eliminar las ideas socialistas y la llamada cultura Woke. Están en contra de la ideología de género, niegan brechas salariales entre hombres y mujeres e incluso el presidente argentino ha llegado a afirmar que esta ideología lleva a la pedofilia y abuso infantil.

Por lo tanto más que una afinidad ideológica basada en lo económico, la relación entre Milei y Trump se mantiene por su discurso anti-izquierdista y conservador.