PERÚ EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS VIÓ PASAR SEIS PRESIDENTES
El país andino atraviesa una nueva crisis política, que sumó el capítulo del maestro rural Pedro Castillo, quien intentó un golpe de Estado pero acabo siendo detenido. En tanto, la presidenta interina Dina Boluarte propone adelantar las elecciones
La destitución y posterior detención de Pedro Castillo a principios de diciembre de 2022 tras un fallido intento de autogolpe al tratar de disolver el Congreso ha abierto una nueva etapa de inestabilidad en la República del Perú.
Había sido electo en las elecciones de 2021 por un estrecho margen de votos. Desde entonces fueron constantes sus enfrentamientos con el Congreso de mayoría opositora.
El exmandatario, quien no tenía mucha experiencia en el mundo de la política, había asumido en un panorama difícil, de poca gobernabilidad con escasos aliados, una oposición terriblemente hostil y un programa demasiado ambicioso teniendo en cuenta lo anterior dicho.
Finalmente, el 7 de diciembre, apenas horas después de tratar de disolverlo, el congreso aprobó su destitución tras aplicar el artículo 113 de la constitución peruana alegando “incapacidad moral”.
La vacancia de Castillo y su reemplazo por su vicepresidenta, Dina Boluarte han sido los detonantes de masivas protestas en todo el país encabezadas por los seguidores del expresidente, que no solo exigen el retorno del mandatario al poder, sino también el cierre del legislativo y la renuncia de la nueva presidenta que según algunas encuestas tiene más del 70% de desaprobación a semanas de haber asumido.
La salida de Castillo se suma a la de los presidentes Pedro Pablo Kuczynski, quién presentó la renuncia en 2018 tras quedar involucrado en el escándalo de Odebrecht, sucedido por Martín Vizcarra, quién fue destituido, al igual que Castillo, por “inhabilitación moral” en 2020, le siguió Manuel Merino, quién luego de cinco días de intensas protestas, donde murieron dos personas, renunció. Finalmente, Francisco Sagasti ocuparía la vacante hasta entregarle la banda presidencial a Castillo el año pasado.
En varias ciudades del Perú el descontento se hizo notar con el bloqueo de carreteras y la toma de edificios públicos e infraestructuras por parte de los manifestantes. En respuesta a estos acontecimientos, la fuerte represión desatada por el Estado peruano ha dejado hasta el momento decenas de muertos y heridos.
La mayoría de las manifestaciones y muertes ocurrieron en la región de Ayacucho, al sur del país, el bastión lectoral de Castillo. Entre las víctimas se destaca el caso de Edgar prado, quien trabajaba como mecánico y chofer en esa zona. Prado se encontraba arrodillado en la puerta de su casa auxiliando a un manifestante herido cuando fue herido de muerte por disparos de los militares peruanos, quien ni siquiera formaba parte de las manifestaciones.
Sin embargo, este solo es el último capítulo de una crisis que ya se ha vuelto crónica. Desde hace años el país andino atraviesa una fuerte crisis política con instituciones y políticos que no logran construir una gobernabilidad fuerte frente a la población. En los últimos cuatro años, seis presidentes han sido destituidos o se han visto forzados a renunciar en medio de denuncias de corrupción y fuertes insurrecciones populares.
Según escribe Lucio Garriga Olmo en Letra P “el problema en Perú es más grave que una presidencia transitoria porque, como muestra la historia reciente, los nombres pasan, pero los problemas siguen”.
El recambio de la cara visible del estado ya no es suficiente para paliar el descontento popular. El problema de fondo es la falta de legitimidad de las de las instituciones que a estas alturas simplemente se han convertido en instrumentos para los intereses y venganzas partidarias con un arco político extremadamente polarizado. Según su opinión, las clases políticas atraviesa una crisis generalizada de legitimidad al no ser capaz de lidiar con las problemáticas que afectan a la sociedad peruana en su conjunto.
Según el Instituto nacional de estadística (INE), alrededor de once millones de peruanos (de un total de 34 millones) corren el riesgo de caer en la pobreza que todavía no retorna a los niveles prepandemia cuando el PBI se hundió un 11%.
Además, la ONU alerto que más de la mitad de los peruanos “vive en situación de inseguridad alimentaria y que el 20% de ese grupo sufre inseguridad alimentaria aguda”. Algo que también señala la FAO (Organización de las naciones unidad para la alimentación y la agricultura)al ubicar a Perú como el país de Sudamérica con mayor inseguridad alimentaria registrado.
Hasta el momento la política partidaria no ha sabido dar respuesta a estas problemáticas, lo cual ha contribuido en el desencanto generalizado de la población. Esto se suman los constantes escándalos de corrupción que han afectado a todos los gobiernos peruanos, independientemente del color político.
Uno de ellos, fue el caso Odebrecht uno de los escándalos de corrupción más grandes de la historia de Latinoamérica. Odebrecht que era un conglomerado dedicado a la construcción, sobornaba a autoridades de diversos países con el fin de salir beneficiado en las licitaciones para la construcción de infraestructuras públicas.
Esto acabo involucrando a cuatro ex jefes de estado Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski. Todos fueron condenados por recibir sobornos de la empresa o por haber participado en el lavado del dinero vinculado a la misma. El caso más recordado es el de Alan García, quien se suicidó antes de poder ser arrestado.
De hecho, todos los presidentes peruanos de las últimas tres décadas han acabado detenidos, condenados o al menos investigados por delitos relacionados con el manejo de los fondos públicos, fomentando aún más la desconfianza en la política tradicional. Desde el escándalo de Odebrecht, pasando por el de las vacunas VIP durante la pandemia del Covid-19 hasta las denuncias que afectan a Castillo y su círculo más íntimo, está claro que la corrupción en el país andino es de carácter estructural.
Fuentes
-
UN DECRETO PARA NADA LIBERAL
El ejecutivo dictaminó un decreto que busca limitar la información oficial sobre el presidente y su círculo de confianza en clara violación con la Ley de Acceso a la Información Pública y en contra de algunos de sus propios principios liberales
- septiembre 6, 2024 -
¿CÓMO FUE LA EVOLUCIÓN DEL SUPERÁVIT DE MILEI?
El mayor ajuste para lograr equilibrar las cuentas del Estado y detener la inflación tuvieron que ver con recortes en jubilaciones, obra pública y subsidios. También hubo una importante rebaja de los gastos de funcionamiento de este
- agosto 15, 2024 -
LA ÚLTIMA DICTADURA EN PIE DE EUROPA
Bielorrusia es hogar de una dictadura sumamente terrible y aun así poco conocida
- agosto 12, 2024
Redactor en El Punto Medio, cubre política local e internacional. Estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires (UBA).