VIDA Y CONTRADICCIONES DE MILEI

El discurso del economista outsider siempre se ha enfocado en las críticas a lo que él denomina la “casta política” y sus privilegios, pero algunas de sus acciones han puesto duda sobre cuáles son sus motivaciones reales
VIDA Y CONTRADICCIONES DE MILEIEl discurso del economista outsider siempre se ha enfocado en las críticas a lo que él denomina la “casta política” y sus privilegios, pero algunas de sus acciones han puesto duda sobre cuáles son sus motivaciones reales
Lectura 6 min

En los últimos años, la emergencia de nuevas figuras asociadas al liberalismo ha modificado significativamente el panorama político sobre todo de cara a los procesos electorales. ¿Pero realmente se trata de un movimiento innovador o simplemente es un reciclaje de viejas ideas con un nuevo envoltorio? 

Por supuesto, la principal figura de esta nueva ola de políticos e influencers es el economista austríaco Javier Milei. Famoso por su vehemencia a la hora del debate y por sus declaraciones en torno a temas controversiales, el reconvertido en diputado nacional ha dado de que hablar desde hace ya unos años. Su personalidad y estilo agresivos han sido el caldo de cultivo de un vasto grupo de seguidores que lo han seguido y apoyado a pesar de las polémicas. 

Foto (Alejandro Beltrame)

El discurso del economista mediático históricamente se ha enfocado en las críticas a lo que él denomina “casta política”, es decir, la clase social privilegiada compuesta por políticos y demás funcionarios que en resumidas cuentas controlan a la República argentina.

¿Contra la casta?

Cuando le consultaron su opinión respecto al “fenómeno Milei” en una entrevista para LN+, el periodista Hugo Alconada Mon afirmó que “Milei se presenta como una renovación” pero en definitiva “es más de lo mismo, pero más exacerbado (…) más ruidoso” y además mucho más desinhibido moralmente a la hora de hablar lo cual facilita su imagen “políticamente incorrecta”. Este punto resume en gran medida los problemas respecto al referente “libertario”. Y es que a pesar de seguir repitiendo la retórica “anti casta” lo cierto es que Milei tiene demasiados vasos comunicantes con la clase política que dice combatir

Sin embargo, es su relación con Eduardo Eurnekian, un empresario con vínculos con el kirchnerismo, la que ha despertado más polémica. Estamos hablando del propietario de Aeropuertos 2000, la empresa responsable de la administración de la mayoría de los aeropuertos de Argentina. Entre ellos dos de los más importantes: Ezeiza y Aeroparque.

Eduardo Eurnekian, CEO de Corporación América, un holding de empresas que incluye a Aeropuertos Argentina 2000 o la constructora Helport (investigada en la Causa Cuadernos).

Su relación con figuras como el general Antonio Bussi, ex gobernador de facto de Tucumán condenado por crímenes de lesa humanidad durante el último régimen militar, como así con miembros de familias importantes dentro de la política argentina como los Menem o los Urtubey, han echado algunas dudas sobre su vocación “anti casta”. 

Javier Milei y Ricardo Bussi Imagen: Twitter

Durante los gobiernos de Néstor, Cristina y Alberto, Eurnekian no solo logró que le perdonasen deudas millonarias, sino que también consiguió que a su empresa le renovaran la concesión sobre los aeropuertos hasta 2038. A pesar de estos vínculos controvertidos, Milei siempre ha defendido a su antiguo empleador.

A todo esto debemos agregar su continua defensa al modelo político económico del menemismo y al entonces ministro de economía Domingo Cavallo, obviando algunas medidas suyas que distan de haber sido efectivas.

Algunas políticas del menemismo fueron abiertamente contrarias a las ideas del liberalismo que supuestamente Milei defiende. Por ejemplo, fue durante esta época que el estado comenzó a distribuir los llamados planes sociales siendo el “plan trabajar” de 1995 el primero de todos a través del cual un trabajador desocupado podía llegar a recibir al rededor de 200 pesos mientras se les buscaba un “puesto transitorio de trabajo”.

Estas medidas se tomaron para contener el creciente número de desempleados en ese período. A esto podríamos agregar la suba del IVA, un impuesto totalmente regresivo, al 21% por parte del ministro domingo Cavallo durante su última gestión en 2001. 

Su admiración por la figura de Carlos Menem opaca los aspectos más problemáticos de su gobierno como su corrupción, los efectos dañinos de sus políticas y lo más importante sus conexiones con la clase política contemporánea. No hay que olvidar que varios personajes de la política actual, desde Daniel Scioli hasta el actual presidente Alberto Fernández, iniciaron sus carreras políticas de la mano del menemismo.

Denuncias por plagio

Milei ha sido acusado en repetidas ocasiones de haber cometido plagio contra colegas economistas. Esto es particularmente grave en el ámbito académico donde el robo de ideas es lo peor que puede hacer uno de sus miembros, donde, en definitiva, se juega su credibilidad.

Según una investigación de la revista Noticias , varios de los artículos escritos por Milei para Infobae o El Cronista tienen copias literales de otros autores como por ejemplo Murray Rothbard. Su libro “Pandemonics” también tiene párrafos enteros copiados de otros trabajos sin ningún tipo de citación. De hecho, Salvador Uribarri, un físico mexicano, ya tomo acciones legales contra Milei por usar partes de su trabajo sin dar cuenta de ello.

¿El Estado enemigo o amigo?

Pero esa no es la única contradicción. Milei se define así mismo como un seguidor del anarcocapitalismo, una filosofía política que aboga por la disolución del estado. Este a su vez sería reemplazado por el libre accionar de los individuos en un mercado desregulado como único regulador de la vida social. Milei ha afirmado en varias oportunidades que su principal enemigo es el estado. 

“Yo considero al Estado como un enemigo; los impuestos son una rémora de la esclavitud. El liberalismo fue creado para liberar a las personas de la opresión de los monarcas; en este caso sería del Estado” exclamó en una entrevista con el diario El Cronista

A pesar de estas palabras, la postura de Milei frente al estado resulta confusa en la práctica. El hecho de haber participado en elecciones para ocupar un cargo público en la Ciudad de Buenos Aires ha sido lo que ha disparado la polémica. 

A pesar de su discurso, Milei reconoce en el Estado un instrumento necesario para el cambio. Despotrica contra los políticos en general, pero él se empeña en seguir ese mismo camino. Si considera que los impuestos son “una rémora de la esclavitud” ¿por qué acepta formar parte del estado? 

Incluso teniendo en cuenta los sorteos de su sueldo (que no son más que una forma de mejorar su imagen a base de regalar dinero) su presencia en la Cámara de Diputados, sumado las de sus compañeros de fórmula asesores viáticos etc., genera gastos administrativos al estado que son financiados con dinero público. De hecho, Ramiro Marra, quien es legislador porteño en el espacio de la Libertad Avanza ha sido cuestionado por la cantidad de asesores que tiene a su cargo. 

Por supuesto, algunos podrían justificar estas acciones alegando que es una forma de cambiar el sistema desde su interior, lo cual podría sonar creíble si Milei no tuviese récord de ausentismo en las sesiones de la Cámara. 

Por si fuera poco recientemente también se han sumado denuncias respecto al manejo interno de las candidaturas dentro de La Libertad Avanza por supuesto favoritismo a cambio de favores sexuales. Citando de nuevo a Hugo Alconada Mon: “Milei será antisistema, pero en la práctica termina cayendo en algunos de los vicios”.

En definitiva, el caso Milei es representativo de un problema mayor de la política argentina: la falta de alternativas.

+ posts

Redactor en El Punto Medio, cubre política local e internacional. Estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Notas relacionadas