VATILEAKS: INVERSIONES MILLONARIAS DE LUJO EN LONDRES

La depuración de Francisco contra el "establishment vaticano" sigue. A raíz de esto, se supo que la Santa Sede incurrió en "inversiones" en inmuebles lujosos en Londres
VATILEAKS: INVERSIONES MILLONARIAS DE LUJO EN LONDRESLa depuración de Francisco contra el "establishment vaticano" sigue. A raíz de esto, se supo que la Santa Sede incurrió en "inversiones" en inmuebles lujosos en Londres
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El caso VatiLeaks se dio a conocer a principios de 2012, cuando el periodista italiano Gianluigi Nuzzi publicó documentos secretos que involucraban al Vaticano en eventos de corrupción, malversación de fondos y falta de accionar ante casos de abuso sexual

Los documentos revelaron un secreto a voces: la constante lucha de poder interna en la Santa Sede y los desmanejos financieros. Paolo Gabriele, mayordomo de Benedicto XVI, es el principal sospechoso de haber filtrado la información, luego de declarar que lo hizo porque vio “maldad y corrupción por todos lados en la Iglesia” y considerar que el Papa “no estaba lo suficientemente informado”, por lo que esta filtración lo ayudaría a depurar la institución. 

En 2015 y 2019 se produjeron nuevas filtraciones, añadiendo más detalles.

La turbulencia previa

Antes de la filtración, el papado de Benedicto XVI (Ratzinger) no venía pasando su mejor momento. Aunque al comienzo de su pontificado prometió “tolerancia cero” ante casos de abuso infantil, en la práctica quedó a mitad de camino. Realizó algunas modificaciones al Código Canónico, pero no actuó con firmeza ante casos concretos. 

Quizás el que más le pesó fue el caso de Marcial Maciel, un sacerdote mexicano muy influyente, fundador de los Legionarios de Cristo, del cual el Vaticano conocía acusaciones de abuso desde mediados del siglo XX. La posición de Maciel, sumada a su posterior amistad cercana con Juan Pablo II, lo salvaron de todo proceso en su contra.

En los años 90′, Ratzinger, quien encabezaba la Congregación para la Doctrina de la Fe, recibió una denuncia formal por parte de víctimas de Maciel, pero decidió no hacerla prosperar. Algunos sacerdotes expresaron que las influencias de Maciel alcanzaban a las altas esferas del Vaticano. 

Recién en 2006, Maciel se retiró de la vida sacerdotal pública. Sin embargo, no fue excomulgado ni se le inició un proceso canónico a pesar de la evidencia en su contra, de sus hijos no reconocidos y de las decenas de abusos infantiles. 

Al descontento popular con respecto a este y muchos otros casos similares, se le sumó el desvío de fondos de caridad para negocios privados expuesto en VatiLeaks.

Todas las donaciones terminan en Londres

En cuanto a la malversación de fondos de caridad, Francisco inició en 2019 investigaciones internas para condenar a los responsables, incluyendo a quienes se encontraban en su círculo cercano, como Ángelo Becciu.

El cardenal sería el responsable de tramitar ante el banco Credit Suisse un préstamo para realizar inversiones inmobiliarias de lujo en un edificio en Londres, poniendo el fondo de caridad del Óbolo de San Pedro como garantía y pagando jugosas comisiones a empresas intermediarias.

Parte de dicho fondo, además, según la auditoría realizada por el Banco Vaticano, fue utilizado para inversiones no informadas oficialmente al Vaticano, y para especulaciones financieras en offshores. El edificio en Londres fue finalmente vendido, y los descontroles financieros provocaron una pérdida superior a 160 millones de euros a la Iglesia. Recordemos que esos fondos provenían de católicos de todo el mundo y debieron tener la caridad como destino.

Los otros procesados además de Becciu por el escándalo del edificio son:

  • René Brülhart: ex presidente de la Autoridad de Supervisión Financiera de la Santa Sede, acusado de abuso de funciones.
  • Monseñor Mauro Carlino: antiguo secretario del Sustituto de la Secretaría de Estado, acusado de extorsión y abuso de funciones.
  • Enrico Crasso: había gestionado las inversiones de la Secretaría de Estado durante décadas, acusado de malversación, corrupción, extorsión, blanqueo de capitales, autoblanqueo, estafa, abuso de funciones, falsificación de documentos públicos por un particular y falsificación de documentos privados.
  • Tommaso Di Ruzza: acusado de malversación, abuso de funciones y violación del secreto de oficio.
  • Cecilia Marogna: acusada de malversación.
  • Raffaele Mincione: financista que hizo que la Secretaría de Estado adquiriera la propiedad londinense, acusado de malversación, estafa, abuso de funciones, apropiación indebida y autoblanqueo de dinero
  • Nicola Squillace: acusado de estafa, apropiación indebida, blanqueo y autoblanqueo de dinero
  • Fabrizio Tirabassi: secretario en la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado, acusado de corrupción, extorsión, malversación, estafa y abuso de funciones
  • Gianluigi Torzi: financista llamado a ayudar al Vaticano a deshacerse de la propiedad y que consiguió una paga de 15 millones de euros, acusado de extorsión, malversación, estafa, apropiación indebida, blanqueo y autoblanqueo de dinero

El Credit Suisse hace décadas almacena parte de los fondos de la Santa Sede, llegando a gestionar en algunos momentos más de 500 millones de euros de donaciones.

El patrimonio total de la Iglesia Católica es imposible de calcular, dadas las complejas estructuras en que se divide la gestión financiera a lo largo del mundo y la diversidad de activos (que incluyen oro y operaciones bursátiles difíciles de trazar).

Oficialmente se ha declarado la posesión de más de 5 mil propiedades alrededor del mundo, que abarcan unos 700 mil kilómetros cuadrados en total. Su gestión siempre ha sido un dolor de cabeza para la organización, aunque en los últimos años Francisco apostó a verticalizar esa administración con la intención de reducir los casos de corrupción que aún no terminan de salir a la luz, puesto que muchos grupos de la Curia se oponen.

Redactor & Desarrollador web en El Punto Medio, especialista en periodismo de datos. Lic. en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

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