LOS ÚLTIMOS CANCILLERES DE LA ARGENTINA
El ex librero fue objeto de fuertes críticas por su pobre manejo del inglés, pero el uso de la cancillería como “repartija” de cargos públicos parece más una regla que una excepción
Cada presidente elige a los miembros de su gabinete en función de estrategias políticas o afinidad, pero, desde hace tiempo, la idoneidad para los cargos es cada vez más dejada de lado.
En notas anteriores cuestionamos la falta de formación de ministros como Juan Cabandié o el rabino Sergio Bergman para el cargo de ministro de Ambiente.
Hoy, nos toca analizar al “Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto”, cargo denominado informalmente como “canciller”, y cuyas responsabilidades, tal como reza la Ley 22.520 en su artículo 18 son: “asistir al Presidente de la Nación, y al Jefe de Gabinete de Ministros en orden a sus competencias, en todo lo inherente a las relaciones exteriores de la Nación y su representación ante los gobiernos extranjeros, la Santa Sede y las entidades internacionales en todos los campos del accionar de la República“.
El cargo en cuestión, fue asignado a un variopinto conjunto de personajes en los últimos 20 años:
Carlos Ruckauf: durante el gobierno de Eduardo Duhalde. Abogado de profesión, y con una larga lista de cargos públicos no relacionados con la diplomacia. Los diarios en su momento cuestionaron su falta de capacidad, y la delegación de sus responsabilidades en funcionarios de menor jerarquía, como Jorge Faurie, Martín Redrado y Esteban Caselli.
Rafael Bielsa: durante el gobierno de Néstor Kirchner. Abogado de profesión, también ocupó diversos cargos públicos y privados (entre los que se encuentra la presidencia de Aeropuertos Argentina 2000) aunque ninguno relacionado con la diplomacia o relaciones internacionales.
Jorge Taiana: desde 2007 a 2010. Sociólogo y docente universitario, ex integrante de Montoneros, en su paso por la organización guerrillera se lo acusa de ser el artífice de un atentado bomba en un bar, que le habría costado la vida a dos personas. Lo seguro, es que fue uno de los “vacunados vip” con las primeras dosis que llegaron a la Argentina, contra el COVID, en febrero de 2021.
Héctor Timerman: de pasado periodista tanto en Argentina como en EEUU y graduado en Relaciones Internaciones. En su rol como canciller ya había empezado a delinear el acuerdo que luego cerraría Jorge Faurie entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). Además presentó varias quejas ante la comunidad internacional contra los “fondos buitres”. De hecho, muchos países de la ONU acompañaron sus iniciativas. Entre sus momentos no destacados, -y que pocos recuerdan- está la torpeza de abrir una valija militar estadounidense con un alicate, que llevó a que se cambiara el código de todas estas y echar por tierra el acercamiento que Cristina Fernández buscaba con el gobierno de Barack Obama.
Susana Malcorra: la ingeniera en sistemas ocupó la cartera de 2015 a 2017 y trabajó en diversos cargos de la ONU, fue enviada diplomática de esta organización a varios países como República Democrática del Congo, Sudán, Chad, Somalia, Afganistán, entre otros.
Jorge Faurie: el último ministro de Mauricio Macri, como ya se dijo fue asesor de Carlos Ruckauf. Sin embargo, su paso por la cancillería de Ruckauf no terminaría bien, ya que fue echado de esta y depositado en otra embajada argentina, luego de que la Oficina Anticorrupción (OA) lo acusara de ser parte junto al secretario privado de Carlos Menem, Ramón Hernández, de ser titular de una sociedad en el exterior no declarada en Suiza, del ex presidente. Como canciller de Macri, fue quien cerró el el acuerdo de cooperación entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
Felipe Solá: el predecesor de Santiago Cafiero, estuvo al frente de la cancillería durante el gobierno de Alberto Fernández hasta 2021. Fue diputado nacional, funcionario del ministerio de agronomía de varias administraciones y gobernador de Buenos Aires. Solá es un camaleón político al estilo Miguel Ángel Pichetto, estuvo con Menem, con Ruckauf en la gobernación de la provincia de Bs As, con Néstor Kirchner y con Cristina Fernández hasta 2008 cuando votó en contra de la 125, parte del armado de Mauricio Macri y Francisco De Narváez (PRO) que le ganaría las elecciones legislativas de la provincia más populosa a Néstor Kirchner en 2009, y finalmente, se entregaría en nupcias a Sergio Massa bajo el paraguas del Frente Renovador, sería de la mano de este que recalaría en el gobierno actual.
Santiago Cafiero es nieto del histórico dirigente Antonio Cafiero, quien fuera Ministro de Comercio Exterior durante el segundo gobierno de Perón (1952-1955), Ministro de Economía (1975-1976), diputado, senador y gobernador de la provincia de Buenos Aires, y jefe de gabinete (2001-2002).
Santiago es Licenciado en Ciencias Políticas (UBA) y realizó una maestría en Políticas Públicas en la Universidad Di Tella. En 2007 comienza su carrera pública en el Ministerio de Economía de la Nación, para luego desempeñar diferentes cargos en la provincia de Buenos Aires durante la gobernación de Daniel Scioli, ocupaciones que combinaba con labores sociales en la villa La Cava.
Trabajaba en una librería de CABA cuando fue elegido jefe de campaña de Alberto Fernández en 2019, y designado como jefe de Gabinete de Ministros en diciembre de ese mismo año. Ninguno de esos cargos estuvo relacionado a la diplomacia ni al rol que comenzaría a desempeñar en septiembre de 2021, a modo de “premio consuelo”, luego de la derrota del oficialismo en las elecciones primarias legislativas, cuando fue reemplazado por el gobernador del Tucumán, Juan Manzur, para ocupar el cargo de jefe de Gabinete.
Su inexperiencia en el rol designado lo sobrepasó cuando, durante una gira por Medio Oriente para reforzar relaciones exteriores, falló al leer un discurso escrito en inglés.
El sitio RealPolitik publicó lo que sería el legajo académico de Cafiero durante su paso por la UBA, donde figura que reprobó Inglés en 2003, habiendo aprobado esa materia con “7” al año siguiente.
Curiosamente, según el ranking EF English Proficiency Index, Argentina cuenta con el mejor nivel de inglés de Latinoamérica, por lo cual no escasean en el país personas capaces de comunicarse en ese idioma. La inexperiencia del canciller en roles diplomáticos no le permitió prever la necesidad de contar con traductores preparados que lo apuntalen, tampoco le permitió elegir de una manera adecuada al grupo que lo acompaña en su cargo puesto que, al menos una de las imágenes mostradas durante la gira por los Emiratos, contenía errores que no comete ni siquiera un traductor automático. De hecho, el Colegio de Traductores de la Ciudad de Buenos Aires (CTPBA) sacó un comunicado señalando la falta de profesionalidad, e idoneidad de Cafiero para el cargo de canciller.
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Redactor & Desarrollador web en El Punto Medio, especialista en periodismo de datos. Lic. en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
