EL CLUB QUE PERÓN MANDÓ A LA “B”
La increíble historia de cómo la CGT intervino y arruinó uno de los clubes más importantes de Argentina por negarse a repartir “La razón de mi vida”, la autobiografía de Eva Duarte
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Es innegable que desde sus inicios el peronismo estuvo marcado por una fuerte impronta autoritaria. Independientemente de las valoraciones que se puedan hacer del movimiento en su conjunto o de sus políticas sociales, lo cierto es que la violencia ejercida en nombre del General sigue siendo objeto de polémica hasta hoy en día.
Uno de los aspectos más característicos de este periodo fue la intención del peronismo de expandir el relato oficialista en todos los ámbitos de la sociedad: el educativo, el laboral e incluso como veremos el deportivo.
Varios libros dedicados a ensalzar las figuras Perón y especialmente la de Eva fueron hechos lectura obligatoria en escuelas clubes e instituciones de toda índole.
Este tipo de acciones se encuadraban dentro del llamado proceso de “peronización de la sociedad” en los que se buscaba influenciar todos los espacio culturales y de socialización posibles.
Esto se plasmó en el estricto control de los medios de comunicación, la censura cinematográfica y la distribución de libros de propaganda oficialista en escuelas y clubes sociales.
En este contexto, el club atlético Estudiantes de La Plata sufrió su primer descenso en 1953 de la mano de una intervención del poder ejecutivo de ese entonces.
La CGT había acusado a la institución de negarse a distribuir ejemplares de “La razón de mi vida” libro escrito por Eva Perón.
Los escritos debían repartirse entre los socios del club pero por alguna razón, que aún hoy se desconoce, la dirigencia del pincharata simplemente los guardo en un sótano.
El 16 de junio el delegado platense de la CGT, Luis Suárez ingreso a la fuerza a la sede del club sin orden judicial motivado por una muchedumbre oficialista.
La dirigencia de estudiante encabezada por Cesar Ferri no tuvo más remedio que renunciar y en su nombre se nombró a un interventor oficial: Mario Sbuscio quien tras tomar posesión, dio un acalorado discurso contra la anterior dirigencia.
Describió a los ya depuestos dirigentes como “cerebros atrofiados que no quieren reconocer el momento histórico que vive el pueblo argentino (…) llevan su existencia al margen del pensamiento de la gran mayoría de los argentinos”.
José Espejo, delegado de la CGT, afirmaba que la acción no era contra el club sino contra “once tarados mentales que estaban ocultando la voluntad del pueblo, la CD (Comisión Deportiva) dio la orden de esconder los libros, pensando que no nos íbamos a enterar, pero sí hasta dios es peronista”.
Fuente: Diario La Plata
Los hechos habían ocurrido mientras Eva Perón agonizaba a causa de un cáncer de útero, por lo cual había fue considerado una mayor ofensa todavía frente a los ojos de las autoridades que calificaron las acciones del club como un expreso “agravio”.
El peronismo había buscado controlar la institución desde hacía ya un tiempo. Luis Suárez, el flamante interventor, había sido candidato a presidente de Estudiantes dos años antes y había perdido en las elecciones frente a Cesar Ferri (de vínculos con el radicalismo) en 1951.
Pero la interferencia oficialista en el club no termino ahí.
En 1952 hubo una resolución por la cual la ciudad de La Plata cambio su nombre al de ciudad “Eva Perón” en honor a la primera dama recientemente fallecida tras padecer un cuadro complicado de cáncer.
Por lo tanto, el nombre del club fue cambiado a “Estudiantes de Eva Perón”. Así lo explica TyC Sports en una nota: “Tras confirmarse la intervención, la primera acción de la nueva comisión directiva fue la repartición de ejemplares del libro autobiográfico de la primera dama en cada partido amistoso que el plantel profesional disputara”.
De hecho, a partir de ese momento y hasta la caída de Perón la cancha de Estudiantes de La Plata comenzó a utilizarse para actos proselitistas de la CGT y demás organizaciones peronistas.
La mala gestión de los interventores sumada a la incapacidad del club de conseguir refuerzos hizo que la institución enfrentase las competiciones deportivas mayoritariamente con juveniles de tercera y cuarta división.
Estudiantes quedo último en el torneo 1953 yéndose al descenso por primera vez en su historia.
Tras el derrocamiento de Perón en 1955 durante la llamada “Revolución Libertadora”, su antigüo presidente Cesar Ferri regresó a su cargo, el club recobró su nombre original y logró el ascenso ese mismo año.
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Redactor en El Punto Medio, cubre política local e internacional. Estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
