La crisis que viene atravesando el peso argentino desde hace más de una década ha reflotado de nuevo una opción, para algunos, osada: dolarizar la economía argentina. 

Si bien no se trata de una propuesta nueva y ni mucho menos única, esta ha adquirido nueva fuerza y popularidad de la mano de una deriva inflacionaria que poco a poco ha dinamitado la capacidad de ahorro de la moneda criolla. Recientemente, la inflación mensual alcanzo el 7,7% durante el mes de marzo según los datos publicados por el INDEC y no hay indicios de que se desacelere en los meses siguientes. 

La dolarización no es propuesta novedosa, de hecho ya en 1999 Carlos Menem, ex presidente de la Nación Argentina, la había planteado como una posibilidad para los problemas que atravesaba el país en ese momento.

Actualmente, Javier Milei, diputado nacional y precandidato a presidente por La Libertad Avanza, sostiene que de llegar a la Casa Rosada impulsaría una dolarización para terminar con la inflación; un régimen de moneda libre le llama.

Pero ¿qué tan deseable es la dolarización para argentina? ¿Es siquiera posible?

En contra

En América latina ya existen algunos ejemplos de economías dolarizadas. Ecuador Panamá y El Salvador son países que por diversos motivos decidieron adoptar el uso de la divisa norteamericana. En la mayoría de los casos tras haber sufrido prolongados periodos inflacionarios como en el caso de Ecuador.

Sin embargo, algunos plantean que es imposible replicar las condiciones de esos países en Argentina.

Uno de ellos es Eduardo Levy Yeyati, economista y decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), quien sostiene que la dolarización no es posible en las condiciones actuales de la Argentina. 

“Hoy ese camino es impracticable por una restricción muy simple: no tenemos los dólares para hacerlo, ni los tendremos”  dijo el economista y comparó la situación argentina con la de las economías dolarizadas de Latinoamérica. 

“En El Salvador, la dolarización se hizo después de años de fijación cambiaria y tranquilidad nominal, al tipo de cambio vigente. Fue impulsada por los lazos comerciales con –en rigor la dependencia de– Estados Unidos, sobre todo por los ingresos de dólares por remesas de salvadoreños en el exterior (que en los ´90 eran cerca de 15% del PBI y hoy son más del 25%), y por la idea de crear una ´zona del dólar´ con otros países centroamericanos dolarizados, como Costa Rica o Guatemala, que no prosperó” afirmo Yeyati en diálogo con La Nación.

En la misma línea, para el economista Carlos Melconian la dolarización tampoco es posible en el escenario actual. Básicamente debido a la escasez de la divisa. “La dolarización es como que te inviten a comer fideos con tuco y que no haya fideos, que serían los dólares. Tenés 3 cacerolas de tuco, que son los pasivos del Banco Central, y no hay fideos. No se puede dolarizar, ni siquiera es ideológico” afirmo en una entrevista concedida en El Metodo Rebord. 

Además, Melconián también destacó que la dolarización podría tener consecuencias negativas en términos de competitividad para las exportaciones Argentinas.

“Si vos dolarizás hoy la economía con los precios relativos en dólares que tiene la argentina hoy, osea lo que cuesta producir, el costo extrasalarial, lo que valen los bienes y servicios en argentina, te dejarían para no poder competir con el peor país africano” afirmó también en una entrevista en el programa Animales Sueltos de Alejandro Fantino. 

Según el economista y empresario, Sebastian Cerra, quien preside la organización FUNDAR, indica que la dolarización, de llevarse a cabo se haría a un cambio bastante alto:

“Si se divide la cantidad de pesos en la economía y los pasivos remunerados del Banco Central por las reservas internacionales del Banco Central da que el tipo de cambio al que habría que hacer la dolarización ascendería hoy a entre $2280 y $10.000 por dólar” explicó a La Nación. 

Según comenta en su estudio; con el nivel de reservas disponibles actualmente el tipo de cambio de conversión sería alrededor de $2280 por dólar para cubrir la base monetaria.

Y advierte que: “los depósitos de la sociedad argentina tienen como contrapartida los pasivos remunerados del Banco Central. Entonces, si además de la base monetaria se quisiera convertir estos pasivos ($11.017.136 millones), el tipo de cambio de conversión ascendería a aproximadamente $7070 por dólar”.

“En ambos casos, implica un fuerte ajuste y una pérdida considerable del poder adquisitivo”, afirma Cerra.

A favor

Pero algunos defienden la medida como una posible solución para los problemas monetarios de Argentina.

Según Alfredo Romano, autor de “Dolarizar, un camino hacia la estabilidad económica”, adoptar la divisa norteamericana es la opción más viable. 

“En los años que tiene la Argentina de existencia solo tuvimos ocho de superávit fiscal y a nivel monetario solo ocho años de inflación de un dígito desde la creación del Banco Central, en 1935, dejando de lado lo que fue el menemismo”, se explaya Romano.

“La historia nos muestra que hemos sido indisciplinados y la dolarización es un maestro exigente. Es un profesor inteligente que te demanda una dinámica de política económica distinta. Esa es la principal razón por la que pienso que la dolarización sería el camino más exitoso para el país y agrego algo más: sería la primera política económica de Estado respetable en el tiempo porque es muy difícil volver de eso” dijo en una entrevista con La Nación.

Estas opiniones también son recogidas por políticos de Milei, como el bróker y legislador porteño, Ramiro Marra, quien sostuvo hace poco que “todos a los que le sobran pesos compran dólares, es lo lógico y lo inteligente, sería muy tonto quedarse con pesos sabiendo que cada vez vale menos, estamos en una dolarización constante en argentina solo hay que formalizar lo que ya existe”, en diálogos radiales con Urbana Play.

“Donde no hay dólares es en el banco central en la economía se estima circulan alrededor 400.000 millones de dólares en cuentas fuera y dentro del país (…) lo que tenemos que hacer es generar a través de reformas condiciones para que los sectores que tienen ese dinero lo inviertan acá”, explica Marra.

“Por supuesto no es la única herramienta que tenemos, en nuestro plan de gobierno para sacar al país adelante hay otras reformas que acompañan a la reforma monetaria que son realmente importantes”.

Según la hipótesis de Marra las condiciones favorables producto de dichas reformas generaría las condiciones para que ese dinero ingrese al sistema monetario argentino.

Últimos apuntes

Sebastian Cerra de la organización FUNDAR insiste que el escenario que plantea Marra es poco probable que ocurra.

“Para dolarizar se requerirá un préstamo enorme y otro valor de CCL. Si asumimos que no habrá préstamo extraordinario, entonces no es posible una dolarización ordenada”, sostiene el economista de FUNDAR.

Y amplia “existe la chance concreta de que la Argentina dolarice, pero será con una licuación masiva previa y/o con un default de pesos”.