Cerca de 5000 simpatizantes del bolsonarismo, fuerza votada por la mitad del país carioca, el día domingo 8 de enero, ingresaron a los edificios públicos del Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, el Congreso del Legislativo y el Plenario del Tribunal Supremo Federal (STF) del Judicial. Dentro vandalizaron y destruyeron completamente los lugares.

Hubo, por lo menos, 1700 aprehendidos por la Policía Federal de Brasilia.

Según La Derecha Diario lo que motivó a la turba a realizar los destrozos fue “…la poca seguridad que suele haber los domingos en Brasilia propició a los manifestantes a ingresar al edificio del Congreso Nacional…”.

El grupo mayor, de los que salieron los que atacaron el edilicio, venía marchando desde Cuartel General del Ejército en Brasilia, en rechazo por las nuevas medidas económicas de Lula, la denuncia de un “fraude” y la intervención militar del Estado, es decir, piden el derrocamiento del Gobierno.

Con complicidad o falta de preparación, pero inacción al fin, el secretario de Seguridad Pública de Brasilia, el comisario Anderson Torres (ex ministro de Justicia de Bolsonaro) en pleno destrozos de los edilicios estatales, tomó un avión al estado de la Florida (EEUU) para reunirse con su jefe, Jair Bolsonaro. Por esto, Lula solicitó a la Abogacía General de la Unión la detención de Torres.

El nuevo ministro de Justicia de Lula, Flavio Dino, armó un gabinete de crisis para investigar estos hechos y averiguar quiénes realizaron el levantamiento, pero sobretodo sus autores intelectuales y financistas.

Fraude

Diversos medios de chequeo de datos desmintieron los dos argumentos principales de los agitadores del fraude.

Uno, que alguien haya hackeado el sistema Smartmatic para que Lula salga electo. Esto es imposible porque el sistema que se usa desde 1996 en los comicios brasileños, no tiene conexión a Internet, son máquinas que terminado el conteo, una persona encargada debe retirar la información en un pen drive para llevarlo a un centro de conteo.

Dos, un algoritmo que revertiría los números de Jair Bolsonaro para trasladarlos al candidato del Partido de los Trabajadores (PT). Los que levantan esta teoría dicen “que por cada 12% de urnas electrónicas totalizadas, Lula subió un 1% y el presidente Jair Bolsonaro (PL) bajó un 0,5%”, exponiendo el ardid en un gráfico de Excel. Expertos en datos señalan que los votos se van contabilizando a medida que llegan, ese es el cambio de porcentaje que se va registrando.

El trabajo fino

La escalada de violencia en Brasil tiene responsables, ya el 2 de noviembre de 2022, miles de simpatizantes de Bolsonaro cortaron alrededor de 200 rutas en el país para pedir por la intervención militar en Brasil, tras los comicios que su candidato perdió frente a Luiz Inacio “Lula” Da Silva el pasado 30 de octubre del año pasado.

La Derecha Diario, un medio militante de los dirigentes conservadores a nivel mundial publicaban constantes artículos y vídeos poniendo en duda los resultados del ballotage brasileño y agitando la idea de un fraude masivo que le permitió darle la victoria a Lula. 

El medio argentino posee fluidos contactos en el plano regional, de hecho, durante la cobertura de la campaña presidencial de Bolsonaro en 2022, periodistas de ese medio tuvieron acceso a entrevistas exclusivas con el ex presidente, y con su hijo, Eduardo Bolsonaro, actual diputado federal.

Por su parte, Bolsonaro si bien no adhirió al “fraude” de forma total, no felicitó a Lula como ganador, ni tampoco asistió al traspaso de poder al dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), al igual que Cristina Fernández no lo hizo con Mauricio Macri en 2015, a pesar de las declamaciones cada vez más sin sentido del canciller que no sabe inglés, Santiago Cafiero, al decir que el bolsonarismo “es una derecha antidemocrática que en la Argentina está representada por Macri”.

A lo Trump

Casi como si se tratara del mismo evento pero con diferentes colores el episodio, que ni siquiera recuerda sino que imita el copamiento del Capitolio en Washington en enero de 2021 por trumpistas, que también denunciaron que había fraude, que se descartó totalmente después de pericias electorales.

La teoría del fraude a Trump fue sostenida por varias personalidades argentinas como Agustín Laje, Carlos Maslatón o Javier Milei, quienes con sus dichos alimentaron la desinformación.

La cuestión es que la toma del Capitolio causó cinco muertos y 140 heridos, y 700 detenidos, de las cuales 165 se declararon culpables (cuatro de estos se arriesgan a 20 años de cárcel) y 71 fueron condenados a penas de hasta 5 años de prisión.

Situación judicial de Bolsonaro

El ex presidente brasileño enfrenta varios procesos judiciales donde se le imputan varios actos antidemocráticos, entre el año 2020 y 2022, donde incitó el ataque a magistrados, alentando a sus seguidores para que asalten las sedes judiciales en Brasilia.

Específicamente se tratan de manifestaciones donde grupos de bolsonaristas, instigados por su líder, convalidaron propuestas golpistas, para cerrar el Congreso y el Tribunal Supremo, además de denunciar inconsistencias  el funcionamiento del sistema de votación electrónico.

Es por ello, se especula, que Bolsonaro se encuentra en Florida, en uno de los resorts del ex presidente Donald Trump. En relación a esto, la legisladora demócrata Alexandra Ocasio-Ortiz twitteó “dos años después de que el Capitolio fue atacado vemos un movimiento tratando de hacer lo mismo en Brasil, Estados Unidos no debe conceder refugio a Bolsonaro en Florida”.

El dirigente de derecha también pensó en emigrar a Italia, destino donde su familia comenzó los trámites para obtener la ciudadanía.

El partido de izquierda, Socialismo y Libertad (PSOL) que apoyó a Lula en su candidatura, presentó un pedido para Bolsonaro sea detenido, ya que ya no dispone de fueros. Además, reclaman que se levante el sigilo telefónico y telemático para que la Policía Federal pueda acceder a estos datos para ver si hay pruebas que lo vinculen en algunos de los hechos que se le imputan.

Según otra diputada brasileña, el Tribunal Supremo ya tendría pruebas que lo responsabilizarían al ex presidente, y por eso, pidió que se le confisque el pasaporte para que no abandone Brasil, al regresar al país, debido a la presente situación.

Fuentes

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David Busso

Editor jefe en El Punto Medio, especialista en periodismo de investigación, con experiencia en gráfica, radio y portales digitales.
Periodista y Lic. en Comunicación Social por el Colegio Universitario de Periodismo (CUP) y la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE).

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