UN INTENTO QUE SE CAE DE MADURO

En una reunión bilateral con Nicolás Maduro, Alberto Fernández instó a su par venezolano que promueva en su agenda a los Derechos Humanos. El problema con eso, es que el mismo Maduro está acusado de crímenes de lesa humanidad
UN INTENTO QUE SE CAE DE MADUROEn una reunión bilateral con Nicolás Maduro, Alberto Fernández instó a su par venezolano que promueva en su agenda a los Derechos Humanos. El problema con eso, es que el mismo Maduro está acusado de crímenes de lesa humanidad
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En el encuentro de mandatarios de América del Sur, Alberto Fernández mantuvo una reunión bilateral con el dictador venezolano Nicolás Maduro, e instó al gobierno bolivariano que incorpore a su agenda el fomento y cuidado de los Derechos Humanos, y que su país tenga representación en la Comisión Interamericana de DDHH.

Luego, Fernández publicó un tweet que causó la indignación de muchos:

Más allá de la intención de Alberto Fernández, la iniciativa “se cae de madura” por no tener en cuenta que el mismo presidente venezolano está imputado por crímenes de lesa humanidad, acusado de montar un plan de persecución, detención y tortura a la disidencia política a través de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en, por lo menos, 122 casos.

Ya por 2019, la ex presidenta chilena Michelle Bachelet en su carácter de Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, elaboró un manuscrito de 18 páginas, que señala que durante 2018 -y según el mismo gobierno venezolano- 5.282 personas perdieron la vida en enfrentamientos armados con el Estado, por “resistencia a la autoridad”.

Cifra que no compartió el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), la cual, registró aún más decesos por los mismos causales, cerca de 7.523 muertes.

El informe se elaboró a partir de 558 entrevistas a fuentes oficiales y no oficiales, de Venezuela y de demás países vecinos. Bachelet misma viajó a territorio venezolano donde se estableció por tres días, y se reunió con Nicolás Maduro, Juan Guaidó, legisladores opositores y oficialistas.

El informe incluyó dos casos que de mucho impacto en la prensa internacional y la opinión publica sobre lo que acontecía en Venezuela.

Uno, el asesinato del capitán de corbeta, Rafael Acosta Arévalo, acusado de sublevación, quien fue torturado, y condenado en un juicio donde se lo llevó en silla de ruedas. Tiempo después, moriría en el hospital donde estaba internado y fue velado a cajón cerrado.

Y dos, el del Rufo Chacón, que con 16 años, quedó ciego después de recibir 52 balas de goma en la cara en una protesta. Su madre y él estaban reclamando la falta de gas desde hace más de 10 días.

Rufo Chacón al momento de ser baleado por agentes de la Policía Nacional Bolivariana.

Las temibles FAES

Las FAES, son las Fuerzas Armadas Especiales, creadas en 2017, por Maduro, para combatir el crimen y el terrorismo.

Son grupos policiales, -auténticos comandos de la muerte-, equipados con armas largas, de alto calibre, siempre encapuchados, de negro, -así no los identifican- que se mueven en camionetas, también negras, 4×4.

Su labor consiste en cazar posibles enemigos u opositores del régimen, de borrar las pruebas y de amenazar a testigos para que no denuncien.

Una realidad verdaderamente distópica la que vive el país sudamericano, en donde por el simple hecho de protestar te pueden quitar hasta la vida, y encubrirla con total impunidad.

Algunos avances

Luego del Informe Bachelet, la misma ONU reconoció que hubo avances en algunos aspectos.

Las FAES fueron desintegradas, se reformó la policía y le quitaron los campos de detención a los servicios de Inteligencia venezolanos.

Por otro lado, por cuestiones obvias, la única manera de que las víctimas del chavismo puedan tener paz, es que haya un cambio de régimen político que permita nuevamente tener las libertades que una vez fueron arrebatadas por la Revolución Bolivariana del “Comandante” Hugo Chávez. Este pueblo clama por justicia en contra de los ladrones, asesinos y torturadores.

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Editor jefe en El Punto Medio, especialista en periodismo de investigación, con experiencia en gráfica, radio y portales digitales.
Periodista y Lic. en Comunicación Social por el Colegio Universitario de Periodismo (CUP) y la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE).

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